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Luces de Bohemia: película (1985)

Paco Rabal de Máx Estrella y Agustín González como don Latino. La película es una de esas versiones ochenteras de clásicos españoles y en conjunto resulta una versión digna de un gran libro con actuaciones, en general, de calidad. Buena parte del guión es literal de la obra de teatro, solo que la estructura de la película comienza por el final de la obra, un recurso que podría haber funcionado pero que no me llega a convencer del todo: parece una excusa para hacer algún cambio.

Juzgad por vosotros mismos, podéis verla directamente en YouTube:

También actúan actores como Fernando Fernán Gómez (señor Ministro), Imanol Arias (anarquista catalán), Ángel de Andrés López, Guillermo Montesinos Manuel Zarzo o Miguel Rellán. La película fue dirigida por Miguel Angel Díez.

Creo que consigue acercar al espectador ciertas escenas que en la fría lectura resultan complicadas de entender.

Para Rubén Darío hubiese estado más que bien conseguir un actor si ya no nicaragüense, ¡por lo menos centro americano! Y si Collete se supone que es francesa y escribe mal en español, por favor, no pongan una actriz con acento madrileño. Personalmente siempre me había imaginado a Claudinita como una niña de 12 años y no como una muchacha casi adulta.

Si preferís descargárosla (Youtube y sus inconstancias!) podéis utilizar la web Fetch Video.

Luces de bohemia, Valle-Inclán

Información básica:

Obrita de teatro publicada en 1920, la más importante de Valle-Inclán.

¿De qué habla?

Un escritor pobre sobrevive una noche en el centro de Madrid de principios del siglo XX. El protagonista, Max Estrella (un artista vividor) y lo que hoy llamaríamos «su representante», Hispano de Hispalis, comienzan su travesía nocturna por las calles del Madrid de los Austrias (las calles entre la Plaza del Sol y Ópera). Durante esa noche veremos toda la flora y la fauna de la capital en esos años, decenas de personajes a los que la mayoría solo veremos una vez en todo el texto (atención a los del bar, que sí volverán): prostitutas, bares, anarquistas, manifestaciones, lotería, reivindicaciones sociales, violencia policial, políticos corruptos…

¿Lo mejor?

Por lamentable que sea, la crítica que lanza el autor a España sigue siendo en buena medida legítima. El texto (casi) podría estar ambientado en la España actual. Frases como «hay que establecer la guillotina eléctrica en la Puerta del Sol», «En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero» o «España es una deformación grotesca de la civilización europea» son, un siglo después, difícilmente contestables.

¿Lo más difícil?

Posiblemente las delirantes y poéticas descripciones del ambiente en el que se desenvuelve la acción. Para hablar de un tienda de libro habla de «rimeros de libros hacen escombro y cubren las paredes. Empapelan los cuatro vidrios de una puerta cuatro cromos espeluznantes de un novelón por entregas. En la cueva hacen tertulia el gato, el loro, el can y el librero»…

También resulta algo confuso que un vendedor se llame Zaratustra, que el camarero se llame Pica Lagartos o que unos borrachos perdedores se llamen el Rey de Portugal o Don Latino de Hispalis.

¿Qué parte destacas?

Max, protagonista, llama a los miembros de la Real Academia Española (de la lengua) cabrones.
Rubén Darío aparece en la obra como uno de los personajes.
Aparece el Marqués de Bradomín, protagonista de una novela de Valle-Inclán

¿Me lees un trozo?

El siguiente fragmento ocurre en lo que sería hoy en día una comisaría o el Ministerio del Interior. Max llega detenido por dos policías y uno de los inspectores (con el apodo Serafín el Bonito) le pide los datos:

MAX .- ¡Traigo detenida una pareja de guindillas! Estaban emborrachándose en una
tasca y los hice salir a darme escolta.
SERAFÍN EL BONITO.- Corrección, señor mío.
MAX .- No falto a ella, señor Delegado.
SERAFÍN EL BONITO.- Inspector.
MAX .- Todo es uno y lo mismo.
SERAFÍN EL BONITO.- ¿Cómo se llama usted?
MAX .- Mi nombre es Máximo Estrella. Mi seudónimo Mala Estrella. Tengo el honor
de no ser Académico.
SERAFÍN EL BONITO.- Está usted propasándose. ¿Guardias, por qué viene detenido?
UN GUARDIA.- Por escándalo en la vía pública y gritos internacionales. ¡Está algo
briago!
SERAFÍN EL BONITO.-¿Su profesión?
MAX .- Cesante.
SERAFÍN EL BONITO.- ¿En qué oficina ha servido usted?
MAX .- En ninguna.
SERAFÍN EL BONITO.- ¿No ha dicho usted que cesante?
MAX .- Cesante de hombre libre y pájaro cantor. ¿No me veo vejado, vilipendiado,
encarcelado, cacheado e interrogado?
SERAFÍN EL BONITO.- ¿Dónde vive usted?
MAX .- Bastardillos. Esquina a San Cosme. Palacio.
UN GUINDILLA.- Diga usted casa de vecinos. Mi señora, cuando aún no lo era, habitó
un sotabanco de esa susodicha finca.
MAX .- Donde yo vivo, siempre es un palacio.
EL GUINDILLA.- No lo sabía.
MAX .- Porque tú, gusano burocrático, no sabes nada. ¡Ni soñar!
SERAFÍN EL BONITO.- ¡Queda usted detenido!
MAX .- ¡Bueno! ¿Latino, hay algún banco donde pueda echarme a dormir?
SERAFÍN EL BONITO.- Aquí no se viene a dormir.
MAX .- ¡Pues yo tengo sueño!
SERAFÍN EL BONITO.- ¡Está usted desacatando mi autoridad! ¿Sabe usted quién soy
yo?
MAX .- ¡Serafín el Bonito!
SERAFÍN EL BONITO.-¡Como usted repita esa gracia, de una bofetada, le doblo!
MAX .- ¡Ya se guardará usted del intento! ¡Soy el primer poeta de España! ¡Tengo
influencia en todos los periódicos! ¡Conozco al Ministro! ¡Hemos sido compañeros!
SERAFÍN EL BONITO.-El Señor Ministro no es un golfo.
MAX .- Usted desconoce la Historia Moderna.

¿Dónde lo consigo?

En cualquier biblioteca o cualquier librería. Incluso si se pone en Google «Luces de bohemia» pdf se encuentran versiones, aunque bastante malas. Hay una edición Amazon para Ebook (aunque las ediciones de Amazon no nos convencen nada).

La familia de Pascual Duarte: teatro y cine

La obra de Camilo José Cela La familia de Pascual Duarteha tenido varias representaciones teatrales y fílmicas. En los últimos años Gerardo Malla ha llevado por varias ciudades españolas una versión teatral:

Aquí podéis ver algunas escenas:

Misma historia en diferente formato, en 1976 el director Ricardo Franco realizó Pascual Duarte, una película que era una versión de la novela de Cela. En su momento recibió muy buenas críticas, tanto en España como fuera.


Camilo José Cela – The Family of Pascual Duarte.

La película actualmente es bastante complicada de encontrar; te puedes hacer con ella en bibliotecas públicas y en algún momento estuvo colgada en internet, aunque no hemos conseguido volver a localizar. Si tenéis algún rastro de ella, no dudéis en dejarnos un comentario =)

La familia de Pascual Duarte en la prensa

Buscando en la Hemeroteca de ABC encontramos varios textos interesantes sobre La familia de Pascual Duarte. El primero es una noticia del 30 de diciembre de 1934. Recordemos que La familia de Pascual Duarte se publicaría 9 años después. El texto completo de la noticia sobre unos atracos es la siguiente:

Pero nos interesan las siguientes líneas:

«Detuvo al ladrón. Se llama Pascual Duarte, de veintinueve años, sindicalistas y de malos antecedentes». En 1934 Cela tenía 18 años. Las coincidencias son mayores si se tiene en cuenta esa teoría, apoyado por ejemplo por Ramón Buckley, de que el asesinato que no aparece en el libro pero sí en la dedicatoria del mismo Pascual Duarte («a la memoria del insigne patricio don Jesús González de la Riva, Conde de Torremejía, quien, al irlo a rematar aquél, le llamó Pascualillo y sonreía»), podría haber ocurrido durante los primeros días de la Guerra Civil en los que Pacual podría haber sido parte de un movimiento obrero que matase a ciertas personas de las clases altas, como por ejemplo Condes. En otras palabras: «de veintinueve años, sindicalistas y de malos antecedentes».

Yéndonos a un plano más seguro, aquí tenéis la crítica literaria que le hicieron en el ABC a esta novela:

El siguiente es un texto del 16 de diciembre de 1955, donde el escritor Joaquín Montaner recoge dos momentos relacionados con el 98 y Cela. En primer lugar, Baroja da su opinión sobre La familia de Pascual Duarte (que ya adelantamos, no es buena); en segundo lugar, Cela defiende el 98 como un grupo más amplio que los clásicos nombres de sus principales representantes:

Por último, un anuncio de venta de libros en el que nos ofrecen La familia de Pascual Duarte por 35 pesetas (unos 21 céntimos de euro):

La familia de Pascual Duarte, Cela

Información básica:

Novela de 1942 sobre la familia y vida de un extremeño extremadamente violento, escrita por Camilo José Cela.

¿De qué habla?

El libro son las memorias de Pascual Duarte, quien las escribe desde la cárcel. Desde sus recuerdos infantiles (de su madre recuerda que «era poco amiga del agua, tan poco que si he de decir la verdad, en todos los años de su vida que yo conocí, no la vi lavarse más que en una ocasión en que mi padre la llamó borracha y ella quiso como demostrarle que no le daba miedo el agua») hasta sus intentos por fundar una familia, conoceremos a sus hermanos, sus padres, sus amores, sus animales o sus amistades del pueblo. Y todo marcado por una brutalidad y violencia similar a la que hoy en día practica en sus películas Quentin Tarantino.

¿Lo mejor?

El fuerte golpe que un burgués de derechas y afín al régimen lanza contra la imagen del país: con burlas a la iglesia, con un mensaje de que la familia está podrida desde dentro, con una violencia constante y a veces absurda que confronta la imagen de serenidad que la dictadura intenta proyectar.

¿Lo más difícil?

Uno de sus mayores intereses puede atragantarse. Aunque se suele decir que el comienzo de Pascual Duarte es «Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo», antes de llegar a esa frase el lector pasa por otros textos anteriores («Me parece que ha llegado la ocasión…», «Muy señor mío: Usted me dispensará…», «Cuarta: Ordeno que el paquete…») que pueden confundirlo.

Cela juega con nosotros y con el texto: hace como si las memorias de Pascual Duarte fuesen auténticas; alguien (que se llama a sí mismo «transcriptor») las habría encontrado en una farmacia, que de alguna manera llegaron allí después de que Joaquín Barrera López mandara quemarlo en su testamento (cosa que finalmente no ocurrió); y que a su vez él las recibió de Pascual, que por alguna razón se las envió a él.

¿Me lees algún trozo?

«Fue todo a coincidir con la muerte de mi padre, que si no hubiera sido tan trágica, a buen seguro movería a risa así pensada en frío. Dos días hacía que a mi padre lo teníamos encerrado en la alacena cuando Mario vino al mundo; le había mordido un perro rabioso, y aunque al principio parecía que libraba de rabiar, más tarde hubieron de acometerle unos tembleques que nos pusieron a todos sobre aviso. La señora Engracia nos enteró de que la mirada iba a hacer abortar a mi madre y, como el pobre no tenía arreglo, nos industriamos para encerrarlo con la ayuda de algunos vecinos y de tantas precauciones como pudimos, porque tiraba unos mordiscos que a más de uno hubiera arrancado un brazo de habérselo cogido; todavía me acuerdo con pena y con temor de aquellas horas… ¡Dios, y qué fuerza hubimos de hacer todos para reducirlo! Pateaba como un león, juraba que nos había de matar a todos, y tal fuego había en su mirar, que por seguro lo tengo que lo hubiera hecho si Dios lo hubiera permitido. Dos días hacía, digo, que encerrado lo tentamos, y tales voces daba y tales patadas arreaba sobre la puerta, que hubimos de apuntalar con unos maderos, que no me extraña que Mario, animado también por los gritos de la madre, viniera al mundo asustado y como lelo; mi padre acabó por callarse a la noche siguiente —que era la del día de Reyes—, y cuando fuimos a sacarlo pensando que había muerto, allí nos lo encontramos, arrimado contra el suelo y con un miedo en la cara que mismo parecía haber entrado en los infiernos. A mí me asustó un tanto que mi madre en vez de llorar, como esperaba, se riese, y no tuve más remedio que ahogar las lágrimas que quisieron asomarme cuando vi el cadáver, que tenía los ojos abiertos y llenos de sangre y la boca entreabierta con la lengua morada medio fuera.»

Otro fragmento:

«La perra seguía mirándome fija, como si no me hubiera visto nunca, como si fuese a culparme de algo de un momento a otro, y su mirada me calentaba la sangre de las venas de tal manera que se veía llegar el momento en que tuviese que entregarme; hacía calor, un calor espantoso, y mis ojos se entornaban dominados por el mirar, como un clavo, del animal.
Cogí la escopeta y disparé; volví a cargar y volví a disparar. La perra tenía una sangre oscura y pegajosa que se extendía poco a poco por la tierra.»

¿Donde lo consigo?

En cualquier sitio: bibliotecas, librerías, librerías de segunda mano… En cuanto a ebooks, es mucho más fácil encontrar una versión pirata en pdf o en epub (por ejemplo, entre la copia de seguridad de epub gratis que se encuentra en Papyrefb2) que una versión de pago.